India

Cautiva los sentidos .

Nada más se abre la puerta del avión, India cautiva. Empezamos a saborear todos los sentidos que nos impregnan sus olores, sonidos, aromas, coloridos y sabores. La espiritualidad de sus gentes, las castas, sus miles de dialectos, su diversidad entre Norte y Sur y entre Este y Oeste. Sus contrastes entre las altas montañas del norte y las planicies del sur, entre los desiertos del Rajastan y las aguas de Kerala, entre las vida salvaje de sus selvas y la vida en las urbes, entre la vida de lujos de los Maharajas y la pobreza al límite de las castas más bajas.

Nos esperan edificaciones soberbias como: palacios, fuertes, mausoleos y templos, alojamientos únicos reconvertidos en Palacios de maharajás, bazares multicolores en Jaipur, ocasos de película en Udaipur, paseos por el Ganges en Benarés, recorridos fluviales en Kerala, baños y paseos infinitos en Goa. En la India, no hay nada como recordar el pasado imperial en trenes inimaginables o bailar al son de películas de Bollywood …